qué han dicho

sobre FUCK DATA

Matías Pérez de la Blanca

56 años – Abogado – Granada
La mejor novela que he leído en años, en la que la ciencia ficción, la filosofía y un sarcasmo devastador, todos ellos agitados, no mezclados, se van transfigurando en un contorno tan español, tan sorprendentemente español, que la convierten en una de las novelas imprescindibles de los últimos diez años de la literatura española contemporánea.

Francisco Ortega Alba

77 años – Catedrático jubilado de la UGR – Granada
Originalísima, sorprendente, inquietante (tal vez profética) y escrita con una prosa tersa a pesar de su intensidad y la enjundia de sus contenidos.

Nacho Amilivia

38 años – Antropólogo social – León

Quiero felicitar a quien quiera que sea Max Power por su talento para mantener al lector sumergido en la historia, con los ojos clavados en ella durante horas y horas, que es lo que me ha pasado a mí con FUCK DATA.

Alberto Roig

42 años – Músico – Valencia

Me alegro de poder empezar el año hablando de FUCK DATA. Hay páginas guapísimas y me encanta el humor que hay de fondo en el estilo, y cómo este cambia por razones propias del texto… A veces me viene la imagen de una película freak tipo Sinecdoque, en New York con absurdismo japo contemporáneo.

Admiro cómo escribe Max Power y cómo trenza todo. Este libro es la prueba más clara de que aún estamos vivos.

El propio libro es el argumento fuerte, digamos, del libro. Eso es bello.

Irene Valle Corpas

31 años – Profesora de Historia del Arte – México D.F.

La leí hace poco y me sorprendió mucho. Jean-Luc Godard, que es uno de mis dirty pleasures, entre unos cuantos que tengo, decía que para hacer una buena película solo se necesita un revólver y una chica. En FUCK DATA hay esto, hay unos cuantos disparos, hay una chica, una historia de amor bella a la par que extravagante, pero hay bastantes más cosas. Creo que me sorprendió porque es una novela a mi juicio que sabe captar la realidad que todos vivimos ahora, que sabe captar el tiempo real, pero no en el sentido simplón con que lo conciben las plataformas, según el cual el tiempo real no sería más que el instante o el presente. En el tiempo real el pasado puede ser más real que el presente, a veces el futuro puede construir más realidad que el presente, y Max Power, el autor de esta novela lo sabe bien. Estamos ante una novela sobre el tiempo y también sobre la realidad que atravesamos, sobre la superficie que habitamos, sobre nuestras ciudades, sobre nuestras relaciones personales. Pero sobre todo es una novela que te hace pensar, que te hace reflexionar y yo soy de las que sostiene que no debería haber conflicto entre pensar y relatar, entre ficción y pensamiento, como no lo debería de haber entre el pensamiento y el placer. Estos son los ingredientes de FUCK DATA, el placer de pensar y el placer de leer.

Blanca Bonora

47 años – Profesora de filosofía – Valencia

Hemos empezado el año hablando de FUCK DATA y de las diferentes interpretaciones que cada uno había hecho. Me ha hecho mucha gracia lo de Star Wars porque ni se me había pasado por la cabeza y es gracioso que Alberto lo haya asociado cuando ni siquiera ha visto la película.

Hemos discrepado en cuanto a la idea por qué el personaje elige el nombre que elige Homer en un capítulo de los Simpson. Yo pensaba que puesto que Homer es el estereotipo de estúpido hombre normal americano totalmente alienado, había cogido el nombre de un objeto porque le gusta sin darse cuenta de que se está cosificando en esa banal elección.

[texto eliminado por spoiler]

La novela es muy interesante y da mucho juego, gracias a ella Alberto y yo hemos tenido muchas conversaciones interesantes.

Teresa Artieda

Videoartista

Novela rarísisma, te ríes, te calienta la cabeza y encima la devoras. No salgo de mi asombro. Creo que la voy a leer otra vez… tengo la impresión de seguir yo misma en Solaris…

El Mansomartín

Testigo de la mejor ciencia ficción desde Blade Runner y con ciertas pinceladas oníricas del mejor David Linch en clave literaria, nos encontramos esta gran novela que va más allá del puro existencialismo, adentrándonos poco a poco en las terrenos pantanosos acerca de cuestiones filosóficas e incluso espirituales a fin de comprender qué es en última instancia la conciencia y si esta es posible replicarla con la tecnología o si esa misma tecnología es capaz de arrebatárnosla como seres humanos… he ahí la dicotomía… el hombre (o lo que él crea) es un lobo para el hombre… una novela visionaria que, además, nos hace entender que la literatura como arte «humano» que es, no está ni mucho menos muerta, y aún tiene mucho que decir en este mundo tecnológico, informatizado, lobotomizado.

Manuel Polo

Fuck Data me parece un ejercicio de introspección de gran profundidad sobre lo que significa ser humano en el contexto positivista y neoliberal actual. Si a eso le añadimos su «maxpowerismo» simpsoniano, su aire pacense y sus tintes «waltershobchakianos», nos encontramos con una novela que, si fuera música, sonaría a Mr. Bungle o a Godspeed you Black emperor!

Karl Hungus

Para mi esta novela es un ejercicio visionario, incluso a pesar de tratarse de una obra relativamente breve que se devora con gran facilidad. A Power le da tiempo a desarrollar un retrato fractal que resulta inquietante por certero y delirante por numinoso, buenos equilibrismos.

Como líder del grupo de los nihilistas, comunico que hemos decidido que «no le cortaremos la tranca» al bueno de Max, pero aprovechamos para exigirle más producción inmediatamente.

Gerardo

El motivo por el que recomendaría leer Fuck Data es tan complejo como sencillo, porque hace pensar. Parece que actualmente pensar es un ejercicio difícil debido a cuestiones particulares de nuestra época de prisas, distracciones continuas, saturación de información, necesidades de evasión fácil…

Replantear la gran pregunta «Quienes somos?» nunca está de más. La novela aunque está construida sobre la ciencia ficción integra con equilibrio amor, intriga, psicología, neurociencia o filosofía con coherencia creando una sucesión de preguntas que se van contestando en el momento adecuado. Por si estos ingredientes no fuesen suficientes se suman la precisión en el lenguaje y una arquitectura de capítulos/transcripciones de puntería telescópica. Unos fuegos artificiales con una traca y petardo gordo para el final.

Blanca

Sin ser una gran lectora de ciencia ficción, esta novela me ha resultado adictiva. Es un libro fantástico en cuanto a la creación de diferentes realidades. Max Power nos sumerge en un mundo extraño, pero a la vez transitamos por territorios tan familiares que parecemos estar viviendo un avance del futuro que nos espera. Compleja, pero de argumento fascinante y maravillosamente escrita.

Teo Sellers

Sin duda, la novela que mejor mezcla replicantes y acondroplasia que he leído desde que era chiquitillo. Un artefacto de andanadas filosóficas y dialécticas armado con mera humanidad y afán contestatario, como una ración de croquetas elaborada por Sócrates; un alegato contra el expolio de ciberdrola y la zombificación a que nos aboca el positivismo porque sí, con resonancias míticas y hasta religiosas y peleando desde dentro, como si Adán, Eva y Newton se hubieran reunido a la sombra de un manzano en Amazon; una epopeya íntima y pacense, un corpus torrencial como el mostacho de Nietzsche, una pildorilla de puro placer literario y paradojas imposibles como el clítoris de Heráclito.

Unai Chinchilla Bonet

Aunque a Max Power le resulte casi imposible recordar cómo se sujeta un secador de pelo; su destreza a la hora de subordinar y mantener al lector atrapado supera a la de cualquier ello.

Lehman

Max Power atina a todos los niveles.
Un alegato para que nos apeemos de la nube de una vez y nos dediquemos a contemplar la belleza del mundo y a arreglar el desaguisado en el que nos hemos metido.
FUCK DATA; FUCK THE TECHNO-BUBBLE; MUERTE A LA MALÉFICA CONFLAGRACIÓN DE LA DISRUPCIÓN DE LA REALIDAD!

Sara Teva Almendros

La lectura de Fuck Data me ha llevado a sumergirme en reflexiones sobre la consciencia, el desarrollo de la personalidad y la incierta situación actual respecto a la I.A. que no dista mucho de lo que llamamos ciencia ficción, pero que ya está aquí, al alcance de cualquier smartphone.

Escrito con un gran manejo del arte literario, con elegancia unas veces y con crudeza otras, el texto nos conduce por la historia poco a poco, al principio, para culminar en un torbellino de respuestas y preguntas que no dejan indiferente.

Paco Pomet

Un artefacto literario audaz, lúcido y tremendamente original. Desplazar la autoría supone un ejercicio de valentía que aplaudo. Remar en contra de la corriente yoista en la que estamos metidos hasta las cejas, espoleados por las redes sociales, no solo es una aspiración necesaria, sino una reivindicación urgente y, en el caso de Fuck Data, una apuesta sorprendente, desconcertante y muy sagaz.

Dentro de sus páginas el «autor», concepto que el lector tendrá que ir reformulando, propone un reverso de autoficción brillantísimo y muy complejo, donde el trasunto de todo, la identidad, entra en fuga y se nos va escapando hasta ese final brutal, tajante, que funciona como un bofetón.

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